jueves, 23 de junio de 2011

Punto de partida


Zona de confort... hace tiempo que no te veo. No niego que te extraño a veces cuando el cansancio parece ganarme, pero hay un motor en mí demasiado poderoso como para pararlo en este momento: se llama AMOR/LIBERTAD y ha estado realizando transformaciones maravillosas en mi vida desde que lo dejé entrar.


Viene a mi mente el día cero de su llegada: mi primer parto humanizado. Vivido y decidido aún a pesar de la oposición general, a pesar de los miedos ajenos y los propios, vencí en esa ocasión por primera vez las propias barreras y no sólo gané, si no que a partir de ello emprendí mi segunda experiencia que resultó innegablemente el punto más álgido de la expresión AMOR/LIBERTAD: mi segundo parto en casa, inundada desde la corteza cerebral hasta el cuerpo sutil de libertad y de amor como jamás me lo había permitido.



Y heme aquí, a varios años de distancia aún con estas secuelas que me tienen tan locamente fuera del común "DOMINADOR" que podría asustar a varios. Bueno podría no, puedo porque de hecho ocurre a menudo.



Esta locura se llama maternidad salvaje (al estilo Laura Gutman) aunque en estos años he tenido y sigo teniendo muchos lapsus brutus que me regresan a la zona de confort, mis grandes maestras (mis hijas) me han regresado a esta sana y amorosa psicopatología de ser y dejar ser, de buscar la verdad por mi misma y permitir hacerlo a los demás, de intentar salir de la matrix a como dé lugar ...



Ahora vengo aquí a compartírtelo ...pero ten cuidado.. que se pega.



Y a propósito de la mención de Laura Gutman te dejo algunas de sus reflexiones sobre de la lactancia y maternidad salvaje.



In la´Kech.


"... buscar el silencio interior, las raíces profundas, los vestigios de femineidad y apoyo efectivo por parte de los individuos o las comunidades que favorezcan el encuentro con nuestra esencia personal"

"...Dar de mamar es despojarse de las mentiras que nos hemos contado toda la vida sobre quienes somos o quienes deberíamos ser. Es estar desprolijas, poderosas, hambrientas, como lobas, como leonas, como tigresas, como canguras, como gatas.. "


"...Es una experiencia mística si nos permitimos que así sea".

"... Sólo permiso para ser lo que queremos, hacer lo que queremos, y dejarse llevar por la locura de lo salvaje"

"...Esto es posible (la lactancia) si se comprende que la psicología femenina incluye este profundo arraigo a la madre-tierra, que el ser una con la naturaleza es intrínseco al ser esencial de la mujer, y que si este aspecto no se pone de manifiesto, la lactancia simplemente no fluye. No somos tan diferentes a los ríos, a los volcanes, a los bosques. Sólo es necesario preservarlos de los ataques".

"... tenemos el desafío de no alejarnos desmedidamente de nuestros instintos salvajes. Lamentablemente solemos razonar y leer libros de puericultura, y de esta manera perdemos el eje entre tantos consejos supuestamente “profesionales”. "

"...La insistencia social y en algunos casos las sugerencias médicas y psicológicas que insisten en que las madres nos separemos de los bebés, desactiva la animalidad.Posiblemente la situación que más depreda y devasta la confianza que las madres tenemos en nuestros propios recursos internos, es esta creencia de que los bebés se van a malacostrumbrar si pasan demasiado tiempo en nuestros brazos. La separación física a la que nos sometemos como díada entorpece la fluidez de la lactancia. Los bebés occidentales duermen en los moisés o en los cochecitos o en sus cunas demasiadas horas. Esta conducta sencillamente atenta contra la lactancia. Porque dar de mamar es una actividad corporal y energética constante. Es como un río que no puede parar de fluir: si lo bloqueamos, desvía su caudal. "

"...O estamos madre y bebé compenetrados, fusionados y entremezclados, o no lo estamos..". Por eso, dar de mamar equivale a tener al bebé a upa, todo el tiempo que sea posible.

"... No hay motivos para separar al bebé de nuestro cuerpo, salvo para cumplir con poquísimas necesidades personales. Es cuerpo, es silencio, es conexión con el submundo invisible, es fusión emocional, es entrega. "

"...Es verdad que hay que volverse un poco loca para maternar. Esa locura nos habilita para entrar en contacto con los aspectos más genuinos, inabordables, despojados, salvajes, impresentables, sangrantes de nuestro ser femenino. Así las cosas, que nos acompañe quien quiera y quien sea capaz de no asustarse de la potencia animal que ruge desde nuestras entrañas. "

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