domingo, 3 de julio de 2011

EL ESCOLAR William Blake

¿Porqué soy así? me he preguntado muchas veces a lo largo de mi vida. Desde niña me sentí diferente a la mayoría de mis contemporáneos y ciertamente me fue muy complicado poder "encajar"... y sí, sigo aún bastante desencajada de la sociedad pero ahora me permito ser feliz y disfrutar mi personal punto de ver la vida.
Lo que deseo compartir hoy con esta introducción es parte de la literatura y cine que de niña o jovencita leí, ví y comprendí gracias a mis largas visitas a solas a la biblioteca y gracias a tener unos padres que me limitaron la tv y el atari y me proporcionaron un abanico de materiales como: la serie "Cosmos" de Carl Sagan, videos de National Geografic (no tenía parabólica) y un librero lleno de libros de historia del arte, historia universal, psicología, pedagogía, cuentos, novelas, etc..

Una de mis lecturas favoritas fue la poesía de William Blake. Ahora a tantos años de distancia que no lo leía me ha impresionado al releer su poesía "El escolar" porque he caído en cuenta de la influencia tan profunda en mi vida, aparte de mis padres, de personas consideradas "liberales" en sus épocas como es el caso de W. Blake de quien a continuación extraigo una reseña de su historia para que la conozcan y comparto dos de sus poesías.

In la´kech

William Blake (Londres, Inglaterra 1757–1827) fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés
Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería perjudicial para entender la magnitud de su obra: Blake veía estas dos disciplinas como dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo.
Desde una edad temprana Blake tuvo visiones, la más precoz fue cuando, en Peckham Rye, teniendo alrededor de nueve años vio un árbol lleno de ángeles «adornando con destellos, como estrellas, cada rama».Las evidencias sugieren que los padres apoyaban a Blake y eran de tendencia muy liberal, su madre parece que fue especialmente defensora; varios dibujos y poemas primerizos de Blake decoraban las paredes de su habitación.
Sus padres conocían su temperamento testarudo y no le enviaron a la escuela sino que le permitieron acceder a la escuela de dibujo de Henry Pars, donde aprendió los fundamentos de este arte. Leía ávidamente los temas que él mismo elegía. Durante este período, Blake también hacía exploraciones en la poesía; sus primeros trabajos mostraban el conocimiento de Ben Jonson y Edmund Spenser.
Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial. Varios de sus poemas y pinturas expresan una noción de humanidad universal. Conservó un interés activo por los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, aunque a menudo se vio forzado a disimular el idealismo social y transformar las declaraciones políticas en alegorías místicas protestantes. Blake rechazó toda forma de autoridad impuesta: de hecho, fue acusado por asalto y por pronunciar expresiones sediciosas y de traición contra el Rey en 1803 pero fue absuelto de estos cargos en las sesiones de Chichester.
Las opiniones de Blake sobre la opresión y la restricción de libertades se extendían a la Iglesia. Blake se consideraba un seguidor de la filosofía unitaria, y también manifestó ser Chosen Chief de la Ancient Druid Order desde 1799 a 1827. Sus creencias espirituales se hacen notar en los poemas de Canciones de experiencia (de 1794), en los que Blake hace una distinción entre el Dios del Antiguo Testamento, cuyas restricciones rechazaba, y el del Nuevo Testamento, (Jesucristo), que consideraba una influencia positiva.
William Blake murió en 1827 y fue enterrado en una tumba sin nombre, en Bunhill Fields, Londres. Se levantó un monumento para él y su esposa. Su vida se podría resumir en su declaración: «La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma». Blake ha sido reconocido como santo por la Ecclesia Gnostica Catholica. En 1949 se estableció en su honor en Australia el premio Blake al mejor arte religioso.



EL ESCOLAR
WILLIAM BLAKE


Adoro levantarme en una mañana de verano
cuando los pájaros cantan en todos los árboles;
el cazador distante sopla su cuerno,
y la alondra canta conmigo.
¡Oh, qué dulce compañía!

Pero ir a la escuela en una mañana de verano,
¡Oh, desbarata toda la alegría!
Bajo un cruel ojo anticuado,
los pequeñitos pasan el día
entre suspiros y congoja.
¡Ah! Entonces a veces me siento y desisto,
y paso muchas horas de ansiedad:
sin obtener satisfacción del libro
ni sentado en la sala de clase,
agotado por la pesada andanada.

¿Cómo podría un pájaro nacido para disfrutar
sentarse en una jaula y cantar?
¿Qué le queda a un niño aburrido y con miedo
salvo plegar sus alas tiernas
y olvidar su dichosa primavera?
¡Oh, padre y madre! Si se cortan los pimpollos
y se quitan los capullos,
y si a las tiernas plantas se arrebata
el júbilo del florecimiento,
mediante la pena y la ausencia de cuidado...
¿Cómo despertará jubiloso el verano,
o cómo brotarán los frutos estivales?
¿Cómo cosecharemos lo que el dolor destruye,
o bendeciremos la maduración del año
cuando irrumpan los resoplidos del invierno?


PENA INFANTIL


William Blake


Quejidos de mi madre. Llanto de mi padre.
Emergí hacia el peligroso mundo:
indefenso, desnudo, a los chillidos,
como un demonio oculto en una nube.

Debatiéndome entre las manos de mi padre,
tizoneaba los lazos de mis pañales.
Hasta que inmóvil y exhausto pensé que lo mejor
era resignarme sobre el pecho de mi madre.

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